Santa Cruz es el departamento más grande de Bolivia y cuenta con grandes extensiones de territorio cubierto de una exuberante vegetación. De norte a sur tenemos especies únicas.
Si damos un paseo por el primer anillo de la ciudad, veremos la variedad de especies que adornan nuestras calles y avenidas.
De acuerdo con el biólogo Huáscar Bustillos, dentro de las especies vegetales más conocidas y más aprovechadas, tenemos el toborochi o Ceiba speciosa, su nombre científico, que es un árbol de madera blanca y blanda bastante requerida por los pueblos indígenas para el tallado de artesanías, la cual ocupan para hacer mascaras. También tenemos al tajibo o Handroanthus sp, su nombre científico, del que se utiliza su pesada y aromática madera en el área de la construcción y la elaboración de muebles. La madera de este árbol es bastante explotada para este fin, lo cual ha producido una afectación en su regeneración natural, ya que para que esta especie sea aprovechable nuevamente, tienen que pasar más de 20 años, explicó Bustillos.
La más famosa y más solicitada es la mara. Su nombre científico es Swietenia macrophylla, es considerada una especie vegetal con una madera muy fina. Desde tiempos inmemoriales la mara ha sido explotada en gran parte de Bolivia, por considerarse su madera de mucha calidad, ideal para ebanistería (muebles de diseños refinados).
El Cuchi, cuyo nombre científico es Astronium urundeuva, es considerado el acero vegetal. Su madera es altamente dura siendo utilizada durante mucho tiempo como postes de luz y mojones.
El ochoó, su nombre científico es Hura crepitans. Es considerado una madera suave y moldeable, especial para los procesos de encementado. Esta especie ha sido muy requerida por el auge inmobiliario de la ciudad de Santa Cruz, afectando su conservación.
También tenemos el nogal, cedro, bibosi, quina quina, pinos de monte, cerbó y curupaú, entre las que podemos nombrar. Existen otras especies no maderables como keñua, bromillas, pasifloras, heliconias, aráceas, palmeras y otras.