Cada 1 de noviembre los católicos celebran el Día de Todos los Santos y de los niños difuntos. Además, el siguiente día se recuerda a los seres queridos que fallecieron. Conocé la vida de algunos santos y seguí su ejemplo.
Lucía, la pastorcita de la virgen María
Lucía de Jesús dos Santos, tenía diez años cuando vio por primera vez a la virgen María el 13 de mayo de 1917. De esa aparición fueron testigos sus primos, los hermanos Francisco y Jacinta Marto; ambos fallecieron siendo niños y la virgen los llevó al cielo. La Santa Madre les reveló tres secretos que contarían al mundo. Lucía dedicó su vida al Señor en un convento de Portugal. Murió el 13 de febrero de 2005 a sus 97 años.
Juan Diego
un indio mexicano temeroso de Dios. El 9 de diciembre de 1531, Juan Diego iba rumbo al convenio del Tlaltelolco para oír misa, oyó música que parecía provenir de miles de pájaros. Al llegar a la cumbre, Juan vio a la virgen María en medio de un arcoíris y ella le habló en lengua azteca. El obispo no creyó y pidió una prueba. La virgen hizo crecer flores en un jardín de rosas en un cerro, él las recogió con su poncho. Al mostrarle las flores al obispo, éstas cayeron al piso, apareciendo el rostro de la virgen en la rústica tela
Juana de Arco
Desde pequeña su madre le infundió confianza en el Padre Celestial y devoción a la virgen María. Su deseo era llegar a la santidad y no cometer ningún pecado. Desde los 14 años escuchaba la voz de Dios, y a los 17 liberó a Francia de los ingleses, gracias a los soldados de Dios.
¿Sabías?
Se le llama santo a la persona que está al servicio de Dios. Muchos niños y adultos amaron mucho al padre celestial y tuvieron una vida ejemplar.
Nuestra madre, Reina de los santos
El 11 de octubre de 1954 el papa Pío XII empezó la festividad de la reina de Todos los Santos.